Efecto Bandwagon: personas hacen-creen ciertas cosas fundándose en hecho de que muchas otras personas hacen y creen en esas mismas cosas.
El efecto Bandwagon es peyorativamente llamado comportamiento gregario, particularmente cuando es aplicado a los adolescentes.
Las personas tienden a seguir a la multitud sin examinar los méritos de una cosa en particular.
En política, efecto Bandwagon significa que algunas personas votan por candidatos o partidos que es probable que resulten ganadores
o... "que son proclamados como tales por los medios de comunicación", esperando estar en el 'lado ganador' al final
La regla general es que conductas o creencias se propagan entre la gente, como claramente sucede con las modas
Mientras más gente lleguen a creer en algo, otros también se subirán al carro sin importar la evidencia subyacente.
En resumen: la gente modifica sus opiniones de acuerdo al punto de vista de la mayoría...o lo que ellos creen que lo es
ESTE HOMBRE http://bit.ly/9vGkzM NO sufre del efecto Bandwagon pero si sufrió la persecución nazi.
El efecto Bandwagon
El Efecto Bandwagon, también conocido como el efecto de arrastre, es la observación de que a menudo las personas hacen y creen ciertas cosas fundándose en el hecho de que muchas otras personas hacen y creen en esas mismas cosas. El efecto es peyorativamente llamado comportamiento gregario, particularmente cuando es aplicado a los adolescentes. Las personas tienden a seguir a la multitud sin examinar los méritos de una cosa en particular.
En política, el efecto Bandwagon significa que algunas personas votan por aquellos candidatos o partidos que es probable que resulten ganadores (o que son proclamados como tales por los medios de comunicación), esperando estar en el 'lado ganador' al final.
Me ha parecido muy interesante la historia del término bandwagon, que me ha recordado un post deDaniel Eskibel, un experto en psicología política. Bandwagon se traduce como el carro que lleva una banda en un desfile. En la campaña norteamericana de 1848, Dan Rice, un afamado cómico y payaso, quiso ayudar a la campaña de Zachary Taylor (del partido Whig), y del que era miembro. Taylor ganó, sin ser favorito y sin haber nunca ejercido un cargo público y fue el 12º presidente de Estados Unidos, y Dan Rice tuvo bastante que ver.
Como explica perfectamente Eskibel, Dan Rice tenía su propio carro de música (bandwagon) y se le ocurrió usarlo en la campaña electoral de Taylor para atraer la atención de la gente con la música. A medida que avanzaba la campaña electoral, más y más popular se volvía el bandwagon. Encima del mismo, además de la banda musical, iba el candidato a Presidente y su entorno político más cercano. Pero cuánto más popular era el bandwagon del candidato Zachary Taylor, más dirigentes políticos se subían al mismo y lo acompañaban. Cada vez más. Y la gente se divertía observando cada día qué nuevo dirigente se subía al bandwagon.
Años más tarde, los bandwagons eran pieza ineludible de toda campaña electoral en Estados Unidos. Y se popularizó la frase "subirse al carro" para describir la actitud de quienes solo buscan asociarse con el éxito de otros más allá de sus propias convicciones.
Pero como Eskibel dice: "No es que simplemente piensen que van a votar al candidato A porque A seguramente será el ganador. Es más bien un estado de ánimo colectivo, un impulso ancestral que parece venir desde el fondo más primitivo de nuestro cerebro. Ese impulso a seguir a la manada, a dejarnos arrastrar por ella, a dejarnos llevar. El cerebro humano ha desarrollado magníficas habilidades [...] pero todo ese desarrollo se ha hecho conservando intacto el cerebro animal que le subyace. Incluyendo aquel comportamiento de manada que en oscuros tiempos prehistóricos seguramente fue vital para sobrevivir en un entorno hostil y peligroso. En campañas electorales, el efecto bandwagon opera sobre la parte menos informada del electorado y con menores definiciones partidarias e ideológicas. Pero opera. Lo hace sobre un porcentaje a veces mayor y a veces menor del electorado. Pero opera. Por eso muchas campañas electorales buscan provocar ese efecto bandwagon.".
Por ello es tan importante a veces para los partidos ir bien en las encuestas, para aparecer como potenciales ganadores y envolverse de ese "halo" de positivismo.
Sería interesante pensar si este efecto Bandwagon se puede extrapolar a la red. Es obvio que antes las campañas políticas tenían lugar especialmente durante el período electoral. Sin embargo, en la actualidad el período electoral dura de elección a elección, en un estado casi constante de campaña permanente. Esa campaña permanente tiene visibilidad en la televisión y en los diarios, pero también en la red.
Día a día, vemos como la gente participa en política de la manera más simple, a través de un click de ratón. Se puede hacer política en Facebook (aunque seguramente gente a la que la política no le interesa ni ha pensado que la hace), mediante sus votos a notas de otras personas (me gusta), compartiendo esa nota con sus amigos, haciéndose admirador de según qué páginas, con las causas... También en Twitter, haciendo un retweet de alguna frase que tenga que ver con la política, o participando en algunas conversaciones o discusiones a favor o en contra de algunas opciones políticas. En youtube, reenviando o compartiendo algún vídeo gracioso a favor o en contra de algún partido o político...
También en lo que leemos que hacen nuestros amigos/conocidos en las redes sociales, comentarios,eventos, enlaces, ... que tienen que ver con un partido u otro.
Todas esas acciones, no una en sí, sino todas a la vez, de mucha gente diferente, también puede, tal vez, hacer que la gente note algo en el ambiente, más visibilidad de un partido que de otro, más acciones, más "apoyos" recibidos en la red a cierto grupo. La red como multiplicador de acciones, las cuales leemos, vemos, que no miramos tal vez o que solo miramos en diagonal, pero que están ahí, que se notan y que tal vez puedan hacernos pensar que ese partido está en el carro ganador, sencillamente porque le vemos mucha más visibilidad allá donde nos movemos más (en la red), y por tanto mucha más presencia a nuestro alrededor.
No conozco ningún estudio al respecto, así que solo puedo preguntarme si esta reflexión puede ser cierta.
Y, repitiendo la frase del post de Eskibel... Y aquella música de 1848 aún sigue sonando.
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